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Sobre revistas y editoriales "sospechosas"

Por Marcela Fushimi (12/10/2018)

Tal vez a muchos de ustedes también les haya pasado ... pero desde hace un tiempo a esta parte, me pasa que recibo con frecuencia mensajes en mi casilla de correo como este: "Estimada Marcela Fushimi, buen día! Hemos leído su apreciado artículo publicado en la revista .... titulado ..... y el tema nos ha impresionado mucho. Ha llamado la atención a numerosos investigadores y académicos del campo." Valga como aclaración que el artículo mío que parece haber impresionado tanto es, en realidad, una reseña sobre un libro, es decir, no es un artículo original. Pero bueno, tal vez quien me escribe se impresiona fácilmente ;-)

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Ciencia abierta y ciudadana, una forma de hacer ciencia cada vez más argentina

Por Carolina Mazza (05/09/2018)

La noción de ciencia abierta u open science es amplia e incluye múltiples suposiciones acerca de nuevas formas de crear y compartir el conocimiento científico (Fecher y Friesike, 2014). Es un movimiento que representa una filosofía, política y práctica donde la ciencia que se produce debe ser compartida, colaborativa y transparente para así impulsar mayores descubrimientos y avances científicos y lograr beneficiar e interactuar con todos los sectores de la sociedad (Uribe Tirado y Ochoa, 2018). 

Entre los beneficios que aporta esta nueva forma de hacer ciencia están:

Debemos señalar que el término evoca interpretaciones diferentes. El principio de “apertura” abarca desde el proceso de creación de conocimiento y su posterior disposición libre y gratuita en la web (por ejemplo: Acceso abierto) o el desarrollo de herramientas de colaboración (como las plataformas de redes sociales para científicos), hasta la relación entre la investigación y el resto de la sociedad (como lo es la ciencia ciudadana).

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Relatoría del 3er Congreso Internacional de Editores RedALyC

Por Guillermo Banzato (03/08/2018)

El 3er Congreso Internacional de Editores RedALyC, organizado conjuntamente por los responsables de ese proyecto, de la Universidad Autónoma del Estado de México y la Universidad César Vallejo en Trujillo, Perú durante los días 16 al 18 de mayo de 2018, fue un acontecimiento especial para las revistas iberoamericanas ya que, además de la participación de un nutrido elenco de expositores, se presentaron los primeros esbozos de una organización internacional que permitirá aunar esfuerzos entre los editores, las instituciones, los gestores de información y los desarrollos actuales que está llevando adelante RedALyC.

El evento, como los anteriores que organizó el equipo de RedALyC, se convirtió en un foro para reafirmar los principios y las prácticas de Acceso Abierto en la región y fue el ámbito ideal para anunciar un profundo proceso de reconfiguración de la relación entre los editores, las instituciones y el sistema RedALyC.

En el primer bloque temático, dedicado a “Los retos de la inserción global”, Jean Claude Guédon recorrió la problemática de cómo expandir el campo científico por fuera del modelo comercial de publicación, haciendo hincapié en las múltiples funciones de las bases de datos en Acceso Abierto, conservando la antigua función de la biblioteca analógica y agregando valor a partir de la interoperabilidad, abogando especialmente por la interacción entre bases de datos y repositorios y el necesario cambio en la consideración que los evaluadores deberían tener sobre la calidad de los trabajos publicados en estas bases en Acceso Abierto en comparación con las comerciales. Asimismo, subrayó que las bases de datos interoperables en asociación con las revistas pueden ofrecer un entorno eficiente para la organización de conjuntos de artículos que respondan a los problemas de América Latina y el sur Global y, finalmente, exploró otras interacciones entre revistas y plataformas en formatos no necesariamente vinculados al concepto artículo, como por ejemplo los pre-prints. Dominique Babini desplegó los acuerdos internacionales que sostienen el Acceso Abierto, argumentando sobre los nuevos desafíos para mantener sustentable el ecosistema de edición científica libre y gratuito: desarrollar los objetos digitales de comunicación científica en procesos de ciencia abierta; generar indicadores de calidad y uso para evaluación; establecer lazos de colaboración como forma de crecimiento y sustentabilidad. Finalmente Thomas Hervé Mboa Nkodou analizó los problemas inherentes a la producción científica africana a partir del caso del CODESRIA (Consejo para el Desarrollo de la Investigación en Ciencia Social en África). Esta organización ha destacado la importancia de reconocer la diversidad de metodologías, perspectivas y epistemologías en la producción científica y la necesidad de apelar al Acceso Abierto para su diseminación. El problema de la diversidad está en relación con la mentalidad de los científicos que oscila entre la relevancia y el reconocimiento, con el mercado editorial y con la percepción global sobre la importancia -relativa- de los problemas africanos. Asimismo, comentó los problemas locales que se expresan en una cierta alienación epistemológica que tiende a explicar problemáticas africanas con modelos europeos, las barreras idiomáticas según las lenguas coloniales en que se expresan los científicos africanos y la falta de políticas de ciencia que apoyen el Acceso Abierto.

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Bloqueo y lobby en contra de las editoriales monopólicas

Por Marcela Fushimi (29/06/2018)

En los últimos años venimos observando un esperanzador giro en la relación entre las editoriales científicas dominantes -como Elsevier, SpringerNature, Wiley y otras-,  y los distintos países a la hora de negociar la renovación de sus contratos de acceso a las publicaciones. Como es sabido, las instituciones académicas y de investigación de cada país -generalmente asociadas entre sí de alguna manera y con financiamiento estatal- negocian anualmente con cada uno de los proveedores el acceso a la literatura científica.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Montreal (Larivière, Haustein & Mongeon, 2016) en Canadá mostró que los precios de las suscripciones son establecidos unívocamente por los editores internacionales y son sustancialmente más altos del costo real que implica la publicación. Este negocio es muy peculiar, ya que a diferencia de otras relaciones comerciales, aquí los autores entregan sus bienes -el conocimiento- de forma gratuita a los editores, y los consumidores -lectores e instituciones- tenemos que pagarle luego a los editores para poder acceder a ese mismo conocimiento que fue financiado, en la mayor parte de los casos, por nosotros mismos mediante financiamiento público.

Según un informe (Shearer, 2018) de la Asociación de Bibliotecas de Investigación de Canadá, globalmente, de 2011 a 2015, los precios de las revistas académicas aumentaron entre un 5% y 7% por año, acumulando alrededor de un 25% en 4 años, con incrementos similares en 2016 y 2017. Esta tendencia excesiva de incremento de precios viene sucediendo desde hace al menos tres décadas: el índice de precios al consumidor en Canadá apenas alcanzó el 2% por año durante el mismo período, y las 29 instituciones académicas miembros del consorcio pagaron alrededor de $167 millones en 2011, $215 millones en 2014 y casi $260 millones en 2016 para acceder a las revistas. Los 5 editores “top” que controlaban cerca de la mitad del mercado y casi el 70% en algunas disciplinas alcanzaban márgenes de ganancia del orden del 29 al 39%. Otro problema frecuente en las negociaciones es la poca transparencia del proceso de contratación de las suscripciones, ya que los proveedores imponen cláusulas de confidencialidad que impiden divulgar los acuerdos alcanzados, y eso hace muy difícil la comparación de los precios y condiciones de cada contrato.
Frente a este escenario, comentaremos a continuación algunos eventos recientes que muestran un cambio de enfoque de algunos países y consorcios en su negociación con las editoriales que monopolizan el mercado de la edición científica.

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Por la protección del ecosistema latinoamericano de circulación no comercial del conocimiento científico

Por Carolina Unzurrunzaga (23/05/2018)

 

Las revistas científicas se constituyen como el principal medio de comunicación de los resultados de investigación y contribuyen a la institucionalización de la ciencia. Esto se debe en parte a los sistemas de evaluación vigentes y al lugar que las comunidades científicas les otorgan. Históricamente, científicos, editores y bibliotecarios se preocuparon por la circulación de los artículos en éstas publicados e impulsaron en 2001 lo que se conoce como Movimiento Internacional de Acceso Abierto. Desde entonces, se entiende que “la literatura en acceso abierto es digital, online, gratuita y libre de restricciones debidas a los derechos de autor y las licencias de uso” (Suber, 2015, p. 58).

En la actualidad, estamos acostumbrados a buscar todo en la web y reutilizar aquello que hallamos. Sin embargo, que encontremos un documento o una imagen disponible de forma gratuita en la web, no significa que podamos hacer un uso libre de ella. De no declararlo de forma explícita, todos los derechos del autor están reservados y el sólo hecho de hacer una copia e incluirla en otros sitios nos haría infringir dichos derechos. A fin de evitar estos inconvenientes, en el entorno digital es importante el empleo de licencias de uso. Con su especificación, el titular de los derechos de la obra declara qué se puede -y qué no se puede- hacer, y bajo qué condiciones. En la academia, las licencias Creative Commons son las más utilizadas. Este tipo de licencias le permite al autor o autora, a través de la combinación de distintos elementos, especificar cuán libre deja su producción en la Web y los tipos de reutilización que otros pueden hacer de ella (ver infografía).  

En América Latina el movimiento internacional de Acceso Abierto encontró un aliado natural. Un ecosistema regional de circulación de los conocimientos ya estaba preconfigurado: ciencia financiada en mayor parte con fondos públicos y publicaciones académicas editadas y solventadas por instituciones públicas (Babini, 2011), sin banderas ni intereses de los grandes grupos editoriales.

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